Descripción
El trabajo que se expone es un resumen de la investigación realizada por el autor para su Tesis Doctoral sobre “Protocolo y Ceremonial de los Premios Príncipe de Asturias (1981-2010), defendida en diciembre de 2013 en la Universidad Camilo José Cela y realizada al amparo del grupo de investigación de Derecho y Estudios Comparados y Globales (CiDECoG) de la misma Universidad, del que es investigador principal. La Tesis reúne cerca de un millar de folios y en consecuencia es más amplia que la información recogida en este monográfico, que pretende ser más accesible y de fácil lectura. Ello sin que se pierda lo sustancial de la investigación y se ponga al servicio de la Comunidad los resultados de este estudio sobre la principal ceremonia cultural y universal realizada en España.
Desde su primera edición en 1981 y hasta 2014 los Premios Príncipe de Asturias, otorgados por la Fundación Príncipe de Asturias, que honoríficamente ha presidido el heredero a la Corona de España, don Felipe de Borbón y Grecia, así han venido denominándose. Tras la proclamación de éste como Rey de España el 19 de junio de 2014, y asumir de forma automática su hija mayor, doña Leonor de Borbón y Ortiz, la condición de heredera al Reino de España y, en consecuencia, el título de Princesa de Asturias, el Patronato de la Fundación acordó el 23 de octubre de 2014 cambiar la denominación tanto de la entidad que los concede como sus galardones, pasando desde esa fecha a denominarse Fundación Princesa de Asturias y Premios Princesa de Asturias, asumiendo ésta la Presidencia de Honor. No obstante, hasta el momento del cierre de la edición de este texto, don Felipe de Borbón ha seguido presidiendo la ceremonia de entrega celebrada en Oviedo. Es de suponer, que de mantenerse el mismo criterio que tuvo el Rey Juan Carlos I con su hijo, que éste, ya como rey Felipe VI, siga presidiendo la ceremonia asturiana hasta que doña Leonor de Borbón cumpla la mayoría de edad, aunque ello no impida que pueda asistir antes, junto a su padre, al acto de entrega en el Teatro Campoamor cuando así lo estime el Jefe de la Casa Real española.
Dado que el libro que aquí se presenta es fruto de la investígación realizada para dicha tesis doctoral sobre el protocolo de sus primeros treinta años de existencia, se ha conservado en el presente trabajo las expresiones Premios Príncipe de Asturias, Fundación Príncipe de Asturias y los Príncipes de Asturias, para referirse en este último caso a don Felipe de Borbón y doña Letizia de Borbón, actualmente Reyes de España.
Por otra parte, al hilo de esto último es necesario advertir que lo expuesto en este trabajo corresponde únicamente al periodo estudiado, por lo que algunas cuestiones de protocolo y ceremonial que han estado presentes en los 30 primeros años de existencia de estos galardones de referencia internacional, hayan sufrido algunas modificaciones, las propias de la evolución de todo evento vivo y en crecimiento constante, pero que analizadas con posterioridad no afectan de forma sustancial a la esencia central de las cuestiones técnicas reflejadas tanto en la Tesis como en este libro.
Confiamos que este esfuerzo investigador que sale en formato de libro a la opinión pública contribuya al conocimiento de uno de los actos más relevantes y con proyección internacional que se promueven desde España y aporte información de interés para quienes específicamente tengan sean sensibles a lo relativo al protocolo y ceremonial aplicable a eventos de este tamaño con los que la Casa Real española se ha volcado de forma excepcional y se ha mostrado plenamente implicada.
Los Premios Príncipe de Asturias, se iniciaron en 1981, hasta consolidarse hoy como uno de los galardones de ámbito generalista más importantes del mundo. La UNESCO (en su XXV aniversario), los calificó de “excepcional aportación al patrimonio cultural de la Humanidad”. Aquí se ofrece un balance de sus treinta primeros años (1981-2010), periodo en que estos premios han logrado alcanzar un alto nivel de prestigio, permitiendo que en su ceremonia de concesión, celebrada en el Teatro Campoamor de Oviedo, se hayan dado cita más de 300 personalidades de gran relevancia mundial en las ocho disciplinas que abarcan todo el ámbito del conocimiento, la cooperación y la convivencia: Letras, Artes, Ciencias Sociales, Comunicación y Humanidades, Investigación Técnica y Científica, Concordia, Cooperación Internacional y Deporte. Su ceremonia principal se ha convertido en escenario mundial de la cultura y la paz, como lo han definido diferentes personalidades y medios de comunicación. El Protocolo y Ceremonial, en su visión amplia, ha contribuido de forma decisiva en este posicionamiento y a darle la singularidad específica que requiere un evento de estas características. Sin la adecuación de las normativas, técnicas, costumbres y tradiciones a un acto como éste, no hubiera sido posible visualizar los objetivos humanistas de la Fundación promotora, que honoríficamente preside el heredero de la Corona de España. El acto principal se ha ganado apelativos como “Ceremonia para la excelencia”, “Ceremonia de la perfección y la belleza” o “Ceremonia del sentimiento”. Eventos de reconocimiento de este tipo requieren ceremoniales “a la carta”, que siendo comunicativos generen emociones y claros mensajes a los diferentes públicos sobre la necesidad de contribuir a una vida más digna para todos. Estos premios no han sido hasta el momento objeto de análisis investigador alguno, y pese a que el 82 por ciento de los españoles los considera “un gran patrimonio cultural y moral de España”, nada ha trascendido o publicado sobre el alcance de los pormenores organizativos y sus significados. Conocer en detalle el protocolo y el ceremonial, con el correspondiente impacto mediático, proporcionará una herramienta básica para quienes estudian o trabajan en el sector de los eventos. Los premios se entregan en un acto que requiere evolución sistemática para que, sin perder su propia esencia, siga creciendo en reconocimiento. Su indudable prestigio actual no reside en la cuantía económica de los mismos, sino en los valores universales que representa. En esa tarea de prestigio internacionalmente aceptado, el ceremonial y el protocolo juegan un papel relevante pues han de hacer convivir la solemnidad propia de una ceremonia de este tipo con un formato sencillo para que los laureados puedan verse reflejados en el espejo donde toda la Sociedad deba mirarse cuando se hable de la defensa de los derechos humanos, la justicia, el bienestar social y la cultura de paz.
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