El periodista desvela en su nuevo libro la génesis y el entramado de los galardones.
Elena FERNÁNDEZ-PELLO «Los premios ‘Príncipe de Asturias’ tienen suerte», sostiene Carlos Fuente, y ese es en el fondo «la clave de su éxito». «El protocolo ha aportado alma a los Premios, que sin alma serían unos premios más», según el periodista y ese es otro de los factores que han sido determinantes en su trayectoria. Carlos Fuente, que fue jefe de prensa de la Fundación Príncipe de Asturias, presentó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, el libro que ha dedicado a los primeros treinta años de los galardones, «Protocolo y ceremonial de los premios ‘Príncipe de Asturias’. 1981-2010».
Fuente, director del Instituto Universitario de Protocolo de la Universidad Camilo José Cela, salpicó su presentación de anécdotas y referencias a los compañeros que compartieron con él los primeros años de los Premios, primero como periodista en LA NUEVA ESPAÑA y después desde dentro, cuando sucedió a Felio Vilarrubias como jefe de Protocolo. Contó cómo con el fotógrafo Santiago García, ayer entre el público, consiguió la exclusiva de una de las infantas montada en burro y cómo regresó escribiendo su reportaje a máquina en el coche que su compañero conducía a toda velocidad, para no echar a perder aquella exclusiva.
Los premios «Príncipe de Asturias» son un negocio rentable. Según Carlos Fuente, en el año 2010 su presupuesto fue de 6,2 millones de euros, una inversión que tuvo 6,8 millones de retorno y que generó 500 empleos. Su proyección mediática es impagable, agregó, ya que en aquel mismo año, el 2010, y según los servicios de consultoría dos mil millones de personas vieron algún fragmento de la ceremonia.
Fuente detecta algunos puntos débiles en la historia de los galardones. Animó a corregir el desequilibrio entre premiados y premiadas: ellas son solo el 20 por ciento; también llamó la atención sobre un hecho: en las treinta ceremonias que examina en su libro, ningún premiado en Investigación tomó la palabra durante el acto; y entre los galardonados con el premio de Deportes, solo lo hizo el exseleccionador nacional de fútbol, Vicente del Bosque, en 2010.
Carlos Fuente reconoció que los premios «Príncipe de Asturias» «han tenido un aliado natural en los medios de comunicación» y en especial en LA NUEVA ESPAÑA, «el más idóneo y perfecto».
A la presentación asistió Oscar Alba, de la editorial Sindéresis, que lo ha publicado, y Flor Melón, experta en protocolo y jefa de gabinete de la Presidencia asturiana en varias legislaturas. Ella repasó algunos de los momentos vividos junto a Carlos Fuente, en los inicios de la Fundación. Lo definió como «el maestro del protocolo» y destacó en él «su generosidad».